Todos los lados se tocan, en este mundo que nos toca vivir,
todas las personas ríen y lloran igual, llegamos al mundo de
la misma manera, el anhelo de la ayuda, el techo, la comida,
también es dialecto universal.

Recorrí kilometros por este planeta, encontré, por lo menos,
respuesta a una de mis numerosas preguntas: las personas,
finalmente, agradecen básicamente las mismas cosas y sufren
la mayoría de las veces por los mismos acontecimientos.

Sabiendo como hacer en las manivelas que mueven el mundo,
¿por qué a unos les toca tener que agradecer menos y sufrir mas?,
otros, teniendo tanto por agradecer, agradecemos tan poco,
y teniendo tan poco por lo que sufrir nos empeñamos en hacerlo hasta el fin.

¿Dónde están los ladrillos para un mundo mas justo?,
¿dónde están las pinturas de colores?,
que le demos una manita a esta estructura gris que sujeta el mundo,
¿dónde está la azada para cavar zanjas?, no de las de enterrar muertos,
sino de las de plantar árboles, ¿dónde se funden fusiles, para hacer camas?.
Chema Lanillos